Tennesse

2022-07-02 09:34:19 By : Mr. Bruce Zhou

Muchos de nosotros estamos trabajando desde casa ya sea por indicación o elección, pero va a ser un invierno caro si tenemos la calefacción encendida durante todo el día. Desde Con Bienestar, acercamos algunas formas para mantener el calor, reducir el consumo de combustibles fósiles y mantener los costos bajos, dentro de lo posible.

Lo primero es conocer que la temperatura ideal para calentar un hogar, es de 19º a 21ºC. Sólo con el aumento de un grado, se eleva un siete por ciento el gasto de energía. Por la noche, es suficiente mantenerlo en el rando de 15º a 17ºC. Lo primero que recomiendan los expertos es tener un buen aislamiento térmico de la vivienda evitando corrientes de aire y pérdidas de calor.

Por otro lado, es importante repasar medidas de seguridad para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono:

Volviendo al tema del ahorro, para evitar que se dispare la factura de gas o luz en el hogar al poner la calefacción, hay algunas cosas que podemos hacer para reducirla sin pasar frío. Por ejemplo:

Con poco tiempo libre, es importante ocuparse de las complejidades de la caldera y el termostato. “Si se aprovecha que no hay que desplazarse al trabajo y levantarse temprano, se puede configurar la calefacción para que se encienda más tarde en el mañana”, dice Laura McGadie de una organización del Reino Unido con oficina en Belfast. “Si es posible, instalar un medidor inteligente, que estima que se puede reducir el uso de un hogar en un 2,8 por ciento y el uso de gas en un dos por ciento”.

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Casi un 40 por ciento del calor se fuga por pequeñas rendijas en ventanas y en los cerramientos de las puertas. “Poner ventanas y puertas a prueba de corrientes de aire y bloquear las grietas en el piso y las puertas puede ahorrar alrededor de unos 3 mil pesos al año”, dice McGadie. “Se pueden sellar los espacios entre los pisos y los zócalos para reducir las corrientes de aire con un tubo sellador comprado en cualquier ferretería”. Otras soluciones simples incluyen colocar burletes autoadhesivos o espuma de poliuretano en ventanas con corrientes de aire. Un excluidor para la puerta podría ser un zócalo burlete de goma espuma o burletes de arena que son una especie de almohadones para puertas y ventanas que impiden que se formen corrientes de aire y, de esta forma, mantienen el calor del hogar.

No hace falta ropa de montaña, pero tampoco es cuestión de andar de veranito. “Hay que pensar en ponerse otro par de medias o usar guantes sin dedos en la computadora. Evitar el agua fría. Son todas opciones saludables para las articulaciones”, dice Marcos Rosemffet (M.N. 70.250), médico reumatólogo. “Si se puede mantener caliente el núcleo, el pecho, se mantienen las periferias calientes”.

Cuando el cuerpo se enfría, la sangre se desvía de las extremidades, que luego se sienten más frías. Lo mejor es la ropa de lana, “porque abriga sin mucho peso”, pero varias capas de cualquier tipo de tela pueden crear el mismo efecto. Algunos confían en la ropa interior térmica, y un gorro también puede ser de ayuda si la persona no tiene mucho pelo.

Otro consejo saludable es evitar el sedentarismo y la quietud durante mucho tiempo. La actividad física genera calor y ayuda a combatir el frío.

“Cerrar las cortinas al atardecer para evitar que el calor escape por las ventanas”, es otro consejo de McGadie. Lo ideal sería instalar cortinas pesadas y forradas, pero estas pueden ser demasiado caras. Para que estas cortinas resulten completamente aislantes, son imprescindibles dos cosas: el grosor y el tamaño de la tela.

En las cortinas black out, la textura tiende a ser más gruesa y cumple muy bien esta función adicional que se busca durante el invierno. Para una mayor eficiencia de energía, muchas personas eligen en sus cortinas colores en tonalidades muy oscuras, ya que estas son muy útiles absorbiendo el calor.