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El mercado inmobiliario español cerró el año con un total de 564.569 operaciones de compraventa registradas, un 34,5% más que el año anterior. De entre todas ellas, más del 80% (452.005) tuvo como objetivo la compraventa de vivienda usada. Los datos de la Estadística Registral Inmobiliaria dan una idea del peso que el mercado de segunda mano tiene en el conjunto de un sector que, de cara a 2022, espera seguir creciendo.
Pero el estado de la vivienda en cuestión puede convertirse en un obstáculo que limite -cuando no frustre- los planes de venta. Los expertos aseguran que realizar pequeñas reparaciones para que la vivienda no pierda valor no solo puede reducir los tiempos de venta, sino que contribuye a mejorar las condiciones en términos de precio.
¿La manilla de la puerta lleva años sin funcionar? ¿La mancha de humedad de la avería del invierno pasado aún puede verse en la pared? ¿El pulsador de la luz de la terraza no funciona? Por pequeños que puedan parecer, estos detalles pueden echar por tierra tus aspiraciones de venta. Sin embargo, resolverlo es tan sencillo como realizar esas pequeñas reparaciones que, si bien no supondrán una gran inversión, sí que te permitirán vender mejor tu casa. Aquí tienes una selección con algunas de las intervenciones imprescindibles antes de poner a la venta tu casa.
Seguro que en más de una ocasión has recurrido a un baño de pintura para dar un lavado de cara a una habitación determinada. Los efectos de pasar el rodillo con mimo son inmediatos, como también lo será la impresión que causes en los potenciales compradores. Si quieres acertar, mejor optar por el incombustible blanco o los tonos neutros para mejorar la luminosidad y la amplitud espacial. Además, existen manuales para que puedas pintar la casa tú mismo.
En estancias como el baño o la cocina es posible que tus paredes estén revestidas con azulejos o algún otro revestimiento que no haya sido ajeno al desgaste propio del uso y el paso del tiempo. Para que su aspecto no suponga un problema asegúrate de sustituir aquellos azulejos que estén dañados o limpiarlos a conciencia para causar una buena impresión. Y lo mismo si se trata de papel pintado, piedra o ladrillo visto. Cuanto mejor sea su estado de conservación, más posibilidades tendrás de conquistar a tu mercado.
Aunque una reforma integral puede suponer notables diferencias, no hace falta invertir una fortuna para dejar tu casa como nueva. Los pequeños detalles pueden suponer grandes transformaciones: sustituir un grifo que gotea, renovar la tapa del inodoro que ya tiene solera, arreglar una pequeña grieta de la pared… Un paseo por tu vivienda te ayudará a identificar cuáles son los puntos negativos que hay que reformar sin gastar una fortuna.
Por nimio que pueda parecer las puertas son un elemento esencial. Puede que -dado que tus planes pasan por vender tu casa- sustituirlas no sea una opción o, sencillamente, que su estado no haga necesario un cambio radical. Sin embargo, debes asegurarte que todas las manillas funcionan y están en buen estado. Tampoco está de más añadir un poco de lubricante en las bisagras para eliminar ese sonido que lleva acompañando el abrir y cerrar de tus puertas años. Tal vez tú te hayas acostumbrado a este molesto ruido, pero mejor que tus potenciales compradores no escuchen nada.
Garantes del aislamiento acústico y térmico, las ventanas son otro de los puntos sensibles del hogar. Renovarlas supone una inversión importante que, tal vez, no estés dispuesto a hacer, aunque asegurarte de que, con independencia de su capacidad aislante, funcionan correctamente es esencial. Cambiar los burletes, arreglar la persiana o sellar los marcos te ayudará a ponerlas a punto.
No importa si es de madera, de cerámica o de cualquier otro material. El suelo es uno de los elementos que más sufre el desgaste propio del paso del tiempo y, en consecuencia, otro de los elementos que debes reparar antes de poner a la venta tu casa. Dependiendo del tipo de pavimento la inversión será más o menos importante, aunque los resultados serán notables.
Los expertos en reformas recomiendan renovar la instalación eléctrica no más allá de los 20 años de antigüedad. No obstante, siempre puedes mejorar su estado y, por extensión, su atractivo de cara a la venta, sustituyendo los enchufes e interruptores dañados o viejos.
Junto a la renovación de la instalación eléctrica, las reformas de baños y cocinas son las más habituales, pero como en el caso de la luz, suponen una inversión importante. Para mejorar la estética del baño sin tener que gastar un dineral basta con que realices las pequeñas reparaciones de las que hablábamos líneas atrás y añadas, por ejemplo, un cambio en la lechada de los azulejos que devuelva a este espacio su esplendor de antaño. No obstante, una reforma integral del baño atraerá a los compradores.
Lo mismo puedes hacer en la cocina. Revisar enchufes y grifos son reparaciones básicas, pero tampoco está de más asegurarte de que los electrodomésticos funcionan adecuadamente y, en caso de no ser así, repararlos si se puede o, directamente, deshacerte de ellos.
Si algo nos ha enseñado la pandemia es el valor de los espacios al aire libre. Acondicionar estos espacios es una de las reformas que añaden valor a tu casa. Patios, jardines, terrazas, balcones… Si tu casa cuenta con un área exterior asegúrate de emprender todas las reparaciones necesarias para convertirla en un valor añadido para la venta. Desde unas flores estratégicamente colocadas a una iluminación atractiva, son muchos los detalles que puedes incorporar para cautivar a tus potenciales compradores y obtener los mejores resultados.