Es posible que recuerdes que el bicarbonato de sodio y el vinagre son los ingredientes básicos para los volcanes caseros que hacías para tus proyectos escolares cuando eras niño. Ese mismo poder burbujeante se puede aprovechar para limpiar artículos en tu casa.

“El ácido del vinagre descompone el bicarbonato de sodio y libera gas de dióxido de carbono que puede ayudar a eliminar la suciedad de las superficies que se limpian”, dijo Tonya Harris, fundadora de Slightly Greener. 

Para la mayoría de los propósitos, Harris recomendó combinar una parte de bicarbonato de sodio con dos partes de vinagre blanco. Ese combo puede eliminar la grasa y quitar las manchas, incluso mejor que los limpiadores comerciales.

Importante: Nunca combines vinagre con cloro. Si lo haces, crearas gas de cloro, que puede ser mortal. 

Para que tu triturador de basura funcione como nuevo, vierte media taza de bicarbonato de sodio en el desagüe, seguido inmediatamente por una taza de vinagre. Deja reposar la mezcla durante diez minutos y luego deja correr agua para enjuagar. 

Los desagües obstruidos en tu fregadero se limpian utilizando el mismo proceso que el triturador de basura. La acción burbujeante puede aflojar los desechos atascados y permitir que fluya libremente. Para las obstrucciones persistentes, es posible que debas repetir el proceso varias veces, dijo Harris. 

Para limpiar tu lavadora, agrega bicarbonato de sodio y vinagre al tambor, luego haz funcionar la máquina en su configuración más alta. Ten cuidado de no manchar con vinagre los sellos de goma alrededor de las puertas, recomendó Harris. La acidez del vinagre puede erosionar la goma y hacer que esos sellos sean menos eficientes. 

Para limpiar el fregadero, espolvorea una fina capa de bicarbonato de sodio. Luego vierte suficiente vinagre para hacer espuma. Frota con una esponja suave, asegurándote de limpiar los lados y el fondo del lavabo.

Para las manchas rebeldes en el fregadero o en el microondas, mezcla una pasta hecha con dos cucharadas de bicarbonato de sodio y una cucharada de agua. Extiende la pasta sobre la superficie. Luego rocía vinagre hasta que burbujee. Frota suavemente con una esponja. 

Limpiar los mosaicos (especialmente los bordes) una vez al año con bicarbonato de sodio y vinagre hará que se mantenga su aspecto brillante. Combina dos cucharadas de bicarbonato de sodio con una cucharadita de jabón de Castilla. Extiende eso en los bordes de tus mosaicos. Luego rocía con vinagre blanco. Déjalo reposar hasta que deje de burbujear y límpialo. Frota suavemente con un cepillo de dientes si es necesario.

Nota: Nunca se debe usar vinagre sobre mármol o granito, así que ten cuidado al limpiar los bordes de dichos mosaicos. Para una opción más segura, rocía la mezcla de bicarbonato de sodio y jabón con peróxido de hidrógeno en lugar de vinagre, recomendó Harris. 

Para limpiar el moho o los hongos de la ducha, rocía el área con vinagre blanco. Déjelo reposar durante una hora, luego limpia con un paño húmedo y tibio. Si eso no limpia el moho, haz una pasta de bicarbonato de sodio y agua. Frote suavemente con una esponja. 

El bicarbonato de sodio y el vinagre son un poderoso limpiador casero para alfombras. Espolvorea bicarbonato de sodio sobre una pequeña mancha, luego rocía vinagre encima. 

“Se puede ver que la mancha se levanta de la alfombra”, dijo Harris. Seca con una toalla de color claro, pero no frotes. Siempre asegúrate de probar primero un área oculta de la alfombra. 

El mismo poder de limpieza que funciona en las alfombras aplica en otras telas, desde ropa hasta sillones. Sigue el mismo proceso que el anterior, repitiendo si es necesario. 

Para limpiar ollas y sartenes, combina 1/2 taza de agua con una taza de vinagre directamente en la sartén sucia. Mientras sea seguro para la estufa, colóquelo en el fuego y hierve el agua. Luego retira la sartén del fuego y agrega tres cucharadas de bicarbonato de sodio. Deja que se enfríe. Una vez que esté lo suficientemente frío para manipularlo, frota ligeramente y enjuaga. 

Después de haber limpiado tus ollas y sartenes, es hora de dejar la estufa reluciente. Retira todas las migajas y las tapas de los quemadores. Espolvorea una capa muy delgada de bicarbonato de sodio. Luego rocía vinagre sobre la parte superior para activar la efervescencia. Limpia la solución, repitiendo si es necesario para eliminar todos los residuos de bicarbonato de sodio. 

Para lugares particularmente difíciles en la estufa, haz una pasta de bicarbonato de sodio y agua. Cubre la mancha y deja que se seque por completo. Luego rocía con vinagre y límpialo. 

Primero, elimina las migas o partículas de comida. Luego calienta una cacerola con agua en el horno durante 15 minutos. El vapor aflojará la suciedad y la mugre. Cuando el horno se haya enfriado lo suficiente como para tocarlo, espolvorea bicarbonato de sodio en el fondo y luego rocía vinagre en la parte superior. Frota ligeramente, repitiendo si es necesario. 

Para que los cubiertos brillen, forra una bandeja para hornear de vidrio con papel de aluminio, con el lado brillante hacia arriba. Coloca tus cubiertos en una sola capa en la bandeja. Combina dos cucharadas de bicarbonato de sodio con una cucharada de sal marina. Espolvorea la mezcla sobre los cubiertos. 

A continuación, agrega 1/2 taza de vinagre, lo que hará que la mezcla forme espuma. Luego añade dos tazas de agua hirviendo. Deja los cubiertos remojando hasta por cuatro minutos. Retira pieza por pieza con unas pinzas y seca con un paño de microfibra. 

Combina una taza de agua y una cucharada de vinagre en un recipiente apto para microondas. Ponlo en el microondas durante cuatro o cinco minutos, vigilando que la mezcla no se desborde.

Cuando termines, deja la puerta cerrada, permitiendo que el vapor afloje las manchas. Limpie con una toalla. Usa una pasta de bicarbonato de sodio para eliminar cualquier punto adherido. 

Vierte dos tazas de vinagre blanco en el recipiente, seguido de una taza de bicarbonato de sodio. Agrega una gota de aceites esenciales para obtener un aroma limpio, si lo desea. Permite que la mezcla burbujee, luego frota con un cepillo de baño y jala la palanca. 

Aunque no matan gérmenes, el bicarbonato de sodio y el vinagre crean una poderosa reacción que quita las manchas y elimina la grasa. Puedes limpiar todo, desde tus cubiertos hasta la taza del inodoro, con esta mezcla, sin traer productos químicos agresivos a su hogar. 

“Es una excelente alternativa no tóxica a los limpiadores convencionales”, dijo Harris. 

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