Cómo aislar térmicamente una casa desde el exterior o interior

2022-08-20 09:02:50 By : Ms. Josie Wu

Portada Economía Cómo aislar térmicamente una vivienda

Calefacción y aire acondicionado son dos de los principales contribuyentes a la factura de la luz. Por eso, aislar térmicamente una casa de forma adecuada puede significar un gran ahorro puede alcanzar hasta los 1000€ anuales en casas de 100 metros cuadrados.

Hay dos maneras de aislar una vivienda ya existente, desde el interior o desde el exterior. En el caso de vivir en un bloque de pisos y que la comunidad no quiera realizar una rehabilitación completa, tendrás que apostar por un aislamiento interior.

Las paredes pueden suponer hasta el 20% de las pérdidas térmicas de un edificio, y pueden aislarse tanto desde el exterior como desde el interior. La ventajas de hacerlo desde el exterior son varias: se ahorran las molestias de tener obras en el hogar y también es más efectiva, ya que se evitan puentes térmicos como pilares, cajas de las persianas o cantos forjados. Además, se evita la pérdida de superficie útil.

Existen diversos métodos para hacerlo desde el exterior, que incluyen sistemas de varias capas o de una sola, y también con diferentes acabados, que van desde la porcelana hasta la piedra natural.

En cuanto al aislamiento interior, hay dos métodos para hacerlo:

Las cubiertas frías -techos inclinados que cuentan con un espacio habitable bajo los faldones- son fáciles de aislar. Basta con colocar una serie de rollos de lana de mineral de vidrio recubierto con papel kraft, de forma que actúe de barrera entre los tabiques.

Un buen sellado es clave para evitar las pérdidas térmicas. Los marcos de aluminio o de PVC con rotura de puente térmico pueden ser una buena forma de conseguirlo, asegurándonos de que están bien ajustadas. En el caso de las ventanas, los burletes de caucho -aunque más caros que los de espuma-. Para maximizar la protección hay que poner las tiras enfrentadas: en el marco deben mirar al exterior y en las hojas al interior.

Las ventanas con doble acristalamiento también aumentan la eficiencia energética, que además también evitan el desagradable efecto de condensación en el interior de la ventana.

Aunque durante la construcción es sencilla la colocación de planchas de poliestireno, una vez la vivienda está terminada, aislar el suelo de esta forma se hace prácticamente inviable. La razón, además de que la obra sería costosa, es que se perdería distancia entre suelo y techo, algo poco recomendable en viviendas donde esta altura es de 2,5 metros. Por eso, el recurso más efectivo suele ser la colocación de tarimas o laminados sobre el suelo ya existente.