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Factura eléctrica de una vivienda
El cambio de hora obligará a los consumidores a poner vigilancia extra en el gasto en electricidad en la vivienda. Con cambios en las horas de luz natural y un mercado que vuelve a encaminarse a las subidas, los consejos para evitar un gasto excesivo se convierten en gran aliado.
Según se recuerda desde el comparador Selectra, tras el cambio en los relojes se pierde luz del sol en el tramo punta, el de mayor coste, que va de las 18.00 a las 22.00, y que en las jornadas récord que ha marcado el mercado mayorista concentra las horas con los precios más altos. "Además, la llegada del cambio de hora suele conllevar la aparición del frío y el encendido de las calefacciones", se apunta.
Un primer punto a tener en cuenta es saber las horas más caras. Para aquellos que tengan una factura del mercado regulado (PVPC), algo menos de 11 millones de consumidores, las oscilaciones del mercado mayorista le impactan de lleno. Por eso, conocer a qué horas hay que evitar el mayor consumo en el día siguiente es crucial.
Para ello se pueden consultar los precios para el PVPC en el portal de Red Eléctrica, donde se informa del coste por kWh hora a hora, o en aplicaciones oficiales como redOS, de la propia compañía. Los datos actualizados se pueden revisar sobre las 20.00.
Con estas referencias en mano, se aconseja no utilizar los electrodomésticos que más consuman, como el horno, o poner los programas más largos en otros aparatos en las horas caras.
Los aislamientos son otro gran aliado en la reducción de la factura. Si bien comporta una inversión inicial, el retorno sale a cuenta, con rebajas de hasta el 30% en el recibo, según datos de Idealista. "Puedes colocar un burlete debajo de las puertas y ventanas, o simplemente puedes cerrar
las puertas de las estancias para que el calor no se pierda", comentan en Selectra.
La mesura también sale a cuenta. El calor excesivo se traduce en más gasto en la factura, por lo que se recomienda mantener una temperatura constante y adecuada, regulando el termostato a 21 grados. Otro truco es invertir la dirección de las aspas en los ventiladores de techo, para que haga que el aire caliente, que sube, baje y regule la temperatura del hogar.
Y es que ir a lo básico y pasarse con los grados no conviene: según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), cada grado extra por encima de lo recomendado supone un dispendio de 35 euros anuales.
Un último consejo es revisar y limpiar los radiadores, las calderas y las estufas. Limpiar la caldera con regularidad permite ahorrar combustible y que produzca menos residuos. Además, si se ve que los radiadores no funcionan bien, es posible que haya aire en los circuitos y toque purgarlos.
"Si hay posibilidad, cierra los radiadores de las estancias donde no haya gente", se advierte por último desde Selectra.
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