Por dentro, las joyas del teatro ya encandilan

2022-09-10 09:29:16 By : Ms. Katherine Min

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Su revestimiento externo de travertino y corten, su escenario giratorio, la fosa levadiza para la orquesta y sus butacas españolas. Sus lámparas italianas de diseño exclusivo, su piso de guatambú, su revestimiento de platten en la sala principal y su equipo de refrigeración italiano. Son sólo algunos de los elementos que hacen brillar al Teatro del Bicentenario y lo ubican como una obra única en el país, un ícono de San Juan y también una bisagra para sus constructores, la UTE Panedile, Perfil y Cesar Borrego.

Tiempo de San Juan recorrió la obra, a 5 meses de su inauguración, cuyo avance es del 87 % y ya resaltan los detalles de su exquisita arquitectura y su precisión técnica. El edificio fue una promesa de Néstor Kirchner a José Luis Gioja, junto con el Estadio del Bicentenario, cuando llegó a San Juan para la inauguración de un sector del Centro Cívico, en el 2007. El presupuesto fue de 280 millones de pesos, de los cuales la Nación aportaría 150 y la provincia 130. Algunos cambios, principalmente en los materiales, elevaron el costo en 50 millones más.

Allí, cada uno de los elementos usados pasó por una auditoría de expertos en sonido, los ‘acústicos’, en este caso fueron contratados los mismos que tienen a cargo la acústica del Teatro Colón, Gustavo Basso y Rafael Sánchez Quintana. De hecho, la sala principal está diseñada tomando como modelo la funcionalidad del Colón. Es por eso que este teatro lírico será el segundo en importancia en el país.

Los arquitectos Alfonso Asensio y José Luis Mermet, dedicaron media mañana a contar los extraordinarios detalles de esta obra en la que trabajan 270 obreros y que ya insumió 14.500 m3 de hormigón en casi 20.000 m2 de construcción.

¿Cuándo van a pintar el exterior? Es lo que preguntan varios vecinos y muchos de los que pasan por la obra. Esas ‘chapas oxidadas’ van a quedar así. Se trata de un material llamado acero corten, un tipo de acero con un alto porcentaje de carbono que se autoprotege oxidándose y es tendencia en la arquitectura mundial.  Explicaron que hay varias ventajas que aporta este material: no tiene mantenimiento, sirve como aislante y se mimetiza con el entorno. "Siendo un edificio público tan emblemático, los materiales de la fachada no requieren mantenimiento, es decir que nunca se va a gastar un peso en mantener el corten ni las 10.000 placas de travertino que tiene el edificio”, explicó Asensio. Si algún vándalo pintara un graffiti en las chapas del corten, simplemente se lija y vuelve a salir el óxido. Este material no se fabrica en el país y llega en bobinas, para su colocación se hicieron paneles con aislante termoacústico que también funciona como aislante de temperatura. "El corten nos da esa imagen de colores terrosos que se mimetizan con el entorno, con la montaña, y sumado a la piedra, tiene valor local”, señaló el Arquitecto.

Las paredes externas tienen un declive, como si fuera una pirámide azteca inclinada hacia adentro. En la entrada principal, uno de los destacados es el Arco del Bicentenario, con poco más de 60 metros de luz, sin apoyo. Constructivamente fue crítico, pero muy bien resuelto por el ingeniero Amado, el estructuralista de la obra. "El arco es una gran viga que se tuvo que armar en partes, sin ningún apoyo, fue algo especial”, contaron.

Pasado el arco se ingresa al hall multipropósito, de 1.200 m2, pensado para realizar todo tipo de exposiciones artísticas. Las lámparas de este sector son móviles, pueden estar escondidas en el techo o bajar y tomar distintos ángulos para exposiciones de arte, por ejemplo.

A la derecha se ubica la boletería y guardarropa, que irán revestidos de platten, un material que tiene la propiedad de ser resistente al rayado, no propaga la llama y no genera gases tóxicos. "Acá nos ayudó la inspección porque no estaba previsto, es un material ignífugo. En general, todos los materiales que se ponen no son de uso corriente, se usan especialmente en lugares con mucho criterio arquitectónico y poco mantenimiento”, señaló Asensio.

Arriba de la boletería está el gran salón de artistas, con balcón vidriado. Los pisos en el hall son de travertino en dos tonos, oscuro y claro.

Todo el edificio responde a los criterios de acústica, el primero es el revestimiento externo, el hall es el segundo filtro, y el foyer es el tercero, antes de pasar a la sala principal donde el ruido es cero. El edificio tiene en sus paredes de vidrio el sistema Curtain Wall, Doble Vidriado Hermético (DVH), que permite mejorar temperatura ambiente sin gastar tanto en refrigeración.

En el foyer, donde desembocan las dos escaleras imperiales, van las 4 arañas de iluminación  italianas, de 2 metros de diámetro cada una. Tienen un exquisito diseño de lupas de policarbonato especial, que con 4 focos generan brillo y glamour distintivo en el foyer. Las lámparas fueron compradas en Italia a Luceplan Hope, y fueron realizadas especialmente para este teatro.

Las impactantes escaleras son las que llevan hacia los palcos, estarán revestidas de travertino de 3 cm de espesor cada escalón.

La sala principal tiene forma de herradura, al estilo del teatro a la italiana, y acá todo es acústica. El patio de butacas tiene una pendiente de 4 % con piso de roble de Eslavonia, material  "imponente y de calidad superlativa”. El escenario tiene casi las mismas proporciones que el del Teatro Colon y un plato giratorio de 16 metros que permitirá montar diferentes escenografías. El disco móvil se divide en una Y, lo que posibilita que en un mismo acto se presenten 3 escenografías, sólo se baja el telón se gira el plato y en 30 segundo está la otra escenografía.

En la sala, el cieloraso es como una lengua ondeada que culmina en el mascarón acústico que sube y baja en función a lo que se vaya a presentar, es decir que el director lo mueve en base a sus necesidades. "Se hizo en San Juan el mascarón y fue todo un desafío”, dijeron.

Los palcos, en dos pisos, tienen ondulaciones y están revestidos con paneles diseñados con una secuencia rítmica de entrantes y salientes, de platten color wengue (marrón muy oscuro).Los arquitectos querían que fuera una sala moderna pero solemne. Por eso los únicos colores son el bordó tradicional de ópera para las butacas y alfombras, la madera oscura del roble de Eslavonia para los pisos y el color wengue en el platten de Alemania para el revestimiento. En los palcos van cortinados y esto también tiene un sentido acústico; en algunos sectores ya tienen hasta la baranda de seguridad colocada.

Un detalle aparte merecen las butacas españolas Figueras, que llegarán en un mes, las mejores del mundo compradas en Barcelona. "Son especiales, cada una tiene una colocación diferente porque cada pie tiene una inclinación distinta que va acompañando la isóptica. Llevarán un mes para su colocación y regulación de manera que desde cada butaca se pueda ver siempre todo el escenario. Tienen un sistema soft de devolución y cuando uno se levanta, vuelve suavemente sin hacer impacto ni ruido. La tela es trevira, que es la forma de fabricación, es ignífuga. En todos los materiales se tuvo en cuenta la seguridad por eso todas las telas y materiales de revestimiento son ignífugos”, explicó Asensio.

Como todo teatro lírico, tiene foso para la orquesta, pero este tiene la particularidad de ser móvil, es decir que sube y baja según las necesidades de la obra. Esta plataforma puede quedar a la altura del escenario y permite soportar una orquesta sinfónica. Tiene un sistema spiralift que permite este movimiento, traído desde Alemania, y permite la regulación al milímetro de esa plataforma. "Cada director tiene una idea de acústica, de cómo quiere que se vea y se escuche la opera o la camerata, entonces él determina dónde poner los instrumentos. Fue una logística titánica para traer todo porque hay muchos elementos importados”, dijeron.

El revestimiento de platten, por ejemplo, tiene un diseño de verticales de distinto ancho y nivel que permite que el sonido rebote de diferentes maneras para que a cada butaca el sonido llegue igual. Para estas mediciones se usó un programa especial de computación que mide y grafica el sonido en cada butaca y lo ajusta hasta optimizarlo. Por eso la curvatura del palco tiene determinada forma y la lengua del cielo raso, otra. Los ajustes finales se harán con butacas y cortinados puestos.

En los palcos se colocarán sillas de madera maciza de guatambú, con la misma tela de las butacas. En el palco Presidencial, se colocarán butacas, en toda la sala serán 1.100 localidades.

Todo estos materiales, que a muchos parecerá una extravagancia elitista, es nada más y nada menos que lo mejor en existencia para lograr el sonido perfecto. El edificio no sólo atraerá público sanjuanino, sino también de provincias vecinas. Y está pensado para que pueda ser disfrutado por todos, que pueda ser un espacio para el regocijo de todas las almas sin distinciones (ver página 6).

El arquitecto Mermet recordó que, además los criterios de estructura y materiales para un edificio diferente al resto de los construidos en San Juan, debieron ajustarse a la zona de mayor riesgo sísmico del país.

El ruido, del que se cuida al edificio con cada detalle, es ahora el dueño de todos los espacios. Por todos lados están los obreros con máquinas y algunas suenan tan fuerte que dificultan la conversación. Otras tareas que son más silenciosas están siempre acompañadas del ritmo salsero del celular de algún trabajador.

Al lado de la sala principal, está la sala secundaria con capacidad para 200 personas, también llamada sala multipropósito. Allí se harán desde conferencias hasta presentaciones de todo tipo, teatro, música, danza. "Se planificó con el mismo patrón acústico. El cielo raso, las paredes y el resto. A esta sala le falta muy poco para terminarla. Tiene garita de iluminación y sonido, y su entrada es por avenida Córdoba”, dijeron.

El otro sector que está muy avanzado es el de las salas de apoyatura, salas de danza, de música, los talleres. Hay una sala mayor donde entra toda una orquesta sinfónica para ensayos. En ella, las paredes ya tienen colocados los resonadores, que son unos rectángulos diseñados por los encargados de la acústica, cada uno en forma distinta y respondiendo a un patrón rítmico. Se fabricaron en Buenos Aires con aparatos de ultraprecisión. A su vez, las paredes tienen un tratamiento absorbente con lana de vidrio y velo negro. El  piso guatambú ayudará a la luz natural que entra por las grandes ventanas.

Hay 8 aulas menores por nivel, para enseñar, ensayar, camarines, talleres de costura, de escenografía. La meta es que todo se pueda hacer en el teatro, que sea una unidad productiva autónoma y que sea un formador de profesionales. En este sector se cambiaron los focos comunes por led y para los arquitectos esto fue un cambio muy importante. Para empezar, explicaron, el led tiene mucha más vida útil, casi no necesita mantenimiento, tiene una cantidad lumínica mejor y es luz fría.

Todas estas salas tienen el mismo tratamiento acústico: cielo raso con placa durlock perforada, placa en paredes con aislante de fibra de vidrio y piso de madera. Todas tienen puertas españolas, igníferas y acústicas con marcos con burletes. Las paredes no son paralelas sino irregulares, para que el sonido no rebote en una misma dirección sino en diferentes direcciones y se absorba. Este sector está en la etapa final de su construcción.

En esta área hay ascensores y un montacargas para el transporte de materiales pesados o elementos voluminosos. También hay cuatro camarines especiales con baño privado para las estrellas que lleguen a actuar.

El aire acondicionado merece un párrafo aparte. Se compró en Italia apenas comenzaron la obra y hace poco llegaron todas las piezas. La marca es Climaveneta, una fábrica que se especializó en equipos para lugares donde la acústica es importante, y es lo mejor que hay en plaza. "Acá no puede haber ningún sonido externo ni interno por eso el aire acondicionado debe ser de precisión. Está colocado en una sala de 1.000 m2 y puede generar un gran volumen de aire a poca velocidad”, explicaron los arquitectos.

Las máquinas son enormes y ocupan toda la gran sala con sus cañerías de acero inoxidable. A pesar de su tamaño, este monstruo no trasmite sonido ni vibración.

Las inspecciones de los expertos acústicos se realizaban una vez por mes, pero en marzo, cuando se cierre la sala con sus puertas, tendrán supervisiones cada 10 días para hacer nuevas mediciones.

"Todo detalle está superajustado, tenemos una oficina técnica enorme que se formó acá con  profesionales sanjuaninos. Bueno, después de tantas obras Panedile se siente sanjuanino también”, dijo Asensio.

La entrada principal al teatro, por el lateral Norte, que da hacia el Centro Cívico, aún es una obra pendiente. "Ahí sigue la Plaza del Bicentenario, ojala se pueda hacer rápido y entregar todo junto, porque no tiene sentido ver esta gran obra y entrar por el lateral. El Teatro del Bicentenario está en eje con la gran obra que terminó José Luis Gioja, el Centro Cívico, que tiene los mismos tonos terrosos del teatro”, explicó Asensio. La plaza lleva parquizado, jardines y obras en unos 150 metros de acceso.

Otro pendiente del teatro es la contratación del sistema multimedia, que está evaluando el Ministerio de Turismo y Cultura en este momento, ya que la inversión no sería menor a los 30 millones de pesos. Los teatros cambiaron con la participación de la tecnología, proyecciones, sonidos, efectos especiales, comunicaciones internas. "Eso no está contratado y es materia pendiente. Se presentó la posibilidad de hacerlo y entonces el gobierno no estaba en condiciones de contratarlo. Pero se dejó prevista la canalización para que después se pueda hacer la multimedia. Para nosotros es esencial que esté para que el teatro sea de 10”, señalaron.

Mermet contó que otras empresas hicieron cotizaciones pero no cerraron con nadie aún. "Es un costo importante porque todos los componentes son importados, sólo los cables son argentinos. Pero es indispensable que esté”.  Los mejores teatros permiten, por ejemplo, ir a una ópera y a la salida llevarse el CD grabado en vivo del espectáculo. Para eso debe tener micrófonos especiales de grabación y sala de producción y grabación. La sala está, lo mismo que la canalización.

"Ya me estoy jubilando y para mí este teatro es un broche para mi carrera. Es muy importante, va a generar un gran movimiento a nivel cultural. Pienso seguir trabajando igual, pero esta obra como broche es lo mejor. La cultura es lo que siempre se deja para el final, por eso hacer esta inversión, lo aplaudo. No se ve muy seguido”.

"Ojala en algún momento podamos repetir algo similar a esta obra. Creo que será muy difícil. No es un metier que lo pueda hacer cualquiera, esto es superlativo. Tener la posibilidad de hacerlo acá, teniendo los asesores que pudimos contratar, es un lujo, como traer estos materiales de Europa. Es la frutilla del postre, es la obra emblemática de arquitectura de Panedile”.

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