Miércoles 27 de octubre de 2021

Miércoles 27 de octubre de 2021

La llegada del frío está cada vez más cerca, y aunque por ahora baste con haber sacado el edredón, es importante ir preparando nuestro hogar para los meses de invierno. En este sentido, los radiadores juegan un papel imprescindible, y por eso es necesario revisarlos antes de empezar a usarlos. Aunque algunas tareas que solo puede hacerlas un técnico, si que podemos hacer un pequeño control para comprobar que todo está bien.

La calefacción genera pequeñas burbujas de aire durante su funcionamiento, y movidas por el agua, se van acumulando en diferentes partes del circuito, explican desde Inarquia.

Lo mejor para evitar esto es colocar los radiadores de tal manera que una de las esquinas esté un poco más alta que la otra de forma imperceptible. En esta esquina es donde está instalado el purgador, que ayuda a expulsar el aire. A día de hoy, los radiadores más modernos tienen un sistema de purgado automático.

Si no es el caso del tuyo, lo que tendrás que hacer antes de encender la caldera es abrir lentamente el purgador, ayudándote de una pinza o destornilador. De esta manera, el aire acumulado desaparecerá. Esto lo sabrás cuando el radiador empiece a gotear.

Es uno de los pasos más sencillos. Primero hay que hacer una limpieza externa: con un paño un poco húmedo, retira la suciedad y el polvo acumulado. Evita utilizar productos que huelan cuando la calefacción se caliente.

Las válvulas son las que cierran el paso de agua al radiador para conseguir el calor que se desea, y por eso las regulamos en función del calor o frío que tengamos. Por eso es imprescindible comprobar que abren y cierran bien. 

Si las válvulas son termostáticas, hay que revisar que actúen en función de la temperatura. El técnico tendrá que cambiar aquellas que no vayan bien.

Todos los obstáculos que perjudiquen la circulación del aire entre el radiador tienen que ser retirarlos para que el aire pueda circular por toda la habitación, y distribuya el calor.

La revisión de la caldera tampoco es una tarea difícil, ya que suelen tener manómetro con graduación de 0 a 4 bar, que indican si el circuito de calefacción tiene la presión adecuada de agua.

El manómetro tiene una zona central pintada en verde, entre 1 y 2,5 bar. Y dos zonas lateral en rojo, explican desde Inarquia. Para comprobar el nivel de agua, tienes que asegurarte de que la caldera funciona bien:

Además de revisar el estado de los radiadores, es importante tener en cuenta otros aspectos de nuestra vivienda de cara al frío: