Calentar tu casa con calefacción durante todo el invierno puede ser un problema para tu bolsillo. Pero mantener la casa caliente también es una parte necesaria hasta finales de marzo. Si no quieres que la factura de calefacción se dispare, pero si poder disfrutar de un ambiente acogedor y cálido en el hogar sin gastar mucho dinero, prueba con estos consejos. 

Incluso una pequeña grieta puede permitir que se escape el calor y que entre el frío. Para detectar si hay alguna, usa una linterna o vela para comprobar si hay corrientes de aire. Pide a alguien que se pare al otro lado de la fuente de luz y, si puede verla, ya sabes donde debes sellar la grieta.

Tanto el horno como la cocina de gas generan calor en la cocina. Es por esto que se recomienda preparar comidas sin cocinar ni hornear durante los meses más cálidos, pero en los meses más fríos, se aplica el consejo opuesto: usa el gas y el horno con frecuencia para agregar calor a su hogar. Además, cada vez que uses el horno, déjalo abierto una vez que hayas terminado de hornear. Esto permitirá que el aire caliente se escape y caliente el espacio. 

Para mantenerte caliente mientras duermes asegúrate de que la ropa de tu cama sea la adecuada. Las fundas rellenas de plumas atrapan el calor toda la noche. Las sábanas de franela son más cálidas en estos meses de invierno y una manta eléctrica también ofrece un calor muy agradable y acogedor, siempre que la uses de manera segura.

Cuando salga el sol, mantén las cortinas abiertas para que el calor brille sobre el vidrio y cree un ligero efecto de calentamiento en el hogar, pero por la noche cierre las cortinas para agregar un aislamiento adicional contra el frío. También puede usar cortinas opacas con forro térmico para ayudar a ahorrar energía.

No dejes que el aire frío se filtre por la rendija debajo de tu puerta. Todo lo que necesitas para sellar la esta fría es un cojín para puertas o instalar un burlete, que tiene como objetivo evitar las fugas de calor/frío, así como la entrada de polvo y suciedad del exterio

Usa alfombras hechas de tela que ofrezcan aislamiento como la lana para ayudar a atrapar el calor en el interior. Además, serán mucho más agradables y cómodas para tus pies cuando andes por casa en zapatillas o calcetines.

Si no vas a usar una habitación durante ciertas horas, como los dormitorios, que solo se usan de noche, es mejor mantener la puertas cerrada y no estarás desperdiciando dinero calentándola ni perderás el calor conseguido en otros espacios.

Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.